En lo alto de un pequeño rincón de la Sierra Sur de Jaén, rodeado de montañas, olivares centenarios y aire limpio, se encuentra El Parrizoso, nuestra parcela ecológica. Aquí no hay prisas. El ritmo lo marcan los árboles, el canto de los pájaros y el zumbido de las abejas que polinizan con calma cada rincón del olivar.

El Parrizoso no es una finca cualquiera: es nuestro refugio, nuestro taller al aire libre, el lugar donde nacen las ideas y también los juguetes naturales para loros que con tanto mimo diseñamos. Cada rama, hoja y corteza que utilizamos ha sido recogida a mano, con respeto y gratitud por lo que la tierra nos ofrece. No usamos pesticidas ni productos químicos: aquí todo es puro, porque creemos que la naturaleza ya lo hace suficientemente bien.

Nuestro olivar no solo produce aceituna ecológica, también es hogar de biodiversidad. Entre los olivos conviven abejas silvestres, mariposas, lagartijas y todo un microcosmos que cuidamos con orgullo.

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